domingo, 5 de septiembre de 2010

¡Qué invento!



Seguro que cuando estás cambiando aquella dichosa cremallera, refunfuñando por las costuras que te toca deshacer o por lo duro que es el tejido tejano, o por el porqué narices debieron poner en esa cazadora remaches de adorno tan cerca de la cremallera no das a este tipo de cierre la importancia que tiene y no piensas en la pequeña obra de ingeniería que tienes en las manos.

Patentado en 1893, el invento ha ido evolucionando hasta hoy, cuando sin duda ha alcanzado su máximo esplendor, ya que todos los diseñadores la utilizan en la mayoría de sus obras.


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